viernes, 21 de octubre de 2011

Viajando por Italia


Quizás la cocina italiana sea una de las más ricas de todas las europeas, no sólo en sabores sino también en variaciones. Es una cocina tremendamente regional y de gran personalidad.            Como toda la cocina europea fue recibiendo influencias de oriente y de América pero Italia asimiló y transformó con una fuerza fantástica en cada región cada una de las cuales adquirió su propia personalidad. Es así como el principio de las pastas les llegó con Marco Polo de China y ellos la transformaron en la pasta italiana, el tomate les llegó de América y se transformó en el bien amado y casi italiano pomodoro, el maíz también americano se transformó en la polenta, etc.            
El café les llegó de Medio Oriente y de ellos salieron las mezclas más maravillosas, convirtiéndolas en las más famosas del mundo. Ni qué hablar del archiconocido capucino. Lo mismo con la idea del helado llegado de China. Cada influencia externa la asimilaron de tal manera que la hicieron propia y la exportaron al mundo.            Reyes absolutos de la cocina mediterránea moderna a la cual le dan una permanente evolución. El norte y el sur no dejan de competir en lo cultural y gastronómico pero se unen cuando la cocina se exporta, de Milán o de Nápoles, no importa, es cocina italiana en el mundo.            
El vinagre (aceto) balsámico ese exclusivo vinagre de Módena o los únicos quesos como son la mozzarela, el gorgonzola de la Lombardía, el parmesano y el parmesano reggiano (de Parma y Reggio), el mascarpone con el que se elabora el conocido Tiramisu (Tirami supra, algo así como levántame, dame fuerzas), el pecorino (leche de oveja), el Grana Padano, el Bel Paese, el Aciago y el Montalcio son algunos de los ejemplos que hacen a la gastronomía italiana fascinante y con una fuerza tan grande como para triunfar en todo el mundo. No debemos dejar de mencionar sus vinos y licores, los chianti, los barolo, el marsala, el Brunello di Montalcino, el lemoncello, el Frangelico, el amaretto, el marsala y cientos de ejemplos más.           
Creo que la mejor manera de describir la gastronomía italiana es decir que es simple, alegre y llena de vida. Estudiar cada zona de Italia desde el punto de vista gastronómico es realmente entrar en un mundo maravilloso. Hay que terminar con la idea que la cocina italiana es sólo pasta o pizza o arroz y saber que la cocina italiana es un sin fin de posibilidades.          
Contra lo que se supone habitualmente las salsas, sobre todo para las pastas, no tienen como base fundamental el tomate aunque sean famosas mundialmente el ragú bolognese y la salsa napolitana. Los napolitanos dicen de esta última que hay tantas salsas napolitanas como mujeres que cocinan en sus casas.
            Aconsejo estudiar bien esta cocina que nos abrirá un amplio mundo de posibilidades y nos llenará de sorpresas.

Un menú tradicional en Italia consiste en:
l'antipasto 
diferentes como entremeses calientes o fríos
Il primo piati
("primer plato"), generalmente consiste en un plato caliente como pasta, risotto, gnocchi, polenta o sopa. Existen abundantes opciones vegetarianas.
Il secondo piatti
("segundo plato") se trata del plato principal, compuesto generalmente de carne o pescado (la Pasta nunca se toma como plato principal en menú tradicional).
Il contorno
("Plato de acompañamiento") que puede consistir en una ensalada o en verduras preparadas. En un menú tradicional las ensaladas entran después del plato principal.
Il dolce
("postre")

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