Dentro del amplio mundo del chocolate existe una aliada indiscutible: la ganache. Se trata de una mezcla muy rica, constituida en su forma más sencilla por partes iguales de chocolate y de crema de leche, que tiene un gran número de aplicaciones: puede utilizarse para cubrir y rellenar ponqués o galletas; así como para rellenar trufas.
La consistencia de la ganache puede ajustarse de acuerdo con el uso que se le quiera dar, variando simplemente la proporción de crema y de chocolate: si se necesita un ganache más firme, se aumenta la cantidad de chocolate. Igualmente se puede batir un poco la crema, para incorporar aire y obtener una mezcla más ligera. La ganache caliente sirve como salsa; tibia, como relleno, y fría, como cubierta.
Preparación de la ganache:
1. Cortar la cobertura de chocolate en pequeños trozos.
2. Calentar la crema de leche. Cuando alcance el primer hervorverterla sobre el chocolate.
3. Dejar reposando la crema caliente sobre el chocolate unos 2 minutos para que el calor comience a fundir el chocolate.
4. Mezclar enérgicamente hasta homogeneizar los dos ingredientes y obtener una ganache lisa y brillante.
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