DULCE SEDUCCIÓN... imposible decir no.
Pocos alimentos despiertan tantas pasiones y placeres como el chocolate lo hace; quizá ese sea su rasgo más característico. A la pregunta ¿qué es lo que más le gusta?, la respuesta que le hace agua la boca a la mayoría de las personas es “el chocolate”. Y esta extraordinaria palabra viene acompañada de todo tipo de sensaciones que provocan y seducen; el chocolate ha recorrido al más apasionante de los caminos: de misteriosa bebida sagrada a golosina, que deleita de igual manera los paladares más finos, porque el chocolate tiene mucho que contar.
Pero en esta ocasión dejemos la historia para pasar a manteles y sartenes para rendirle un homenaje al chocolate desde el más exquisito de los ángulos: el del placer que nos produce y el sinfín de sensaciones que nos evoca.
Estoy seguro que el chocolate nos servirá de pretexto para convertirse no sólo en la fuente de exquisitos postres, sino en el tema de conversaciones a la hora del té.
DECALOGO PARA TRABAJAR CON CHOCOLATE
1. Elegir cobertura adecuada
2. Que las coberturas sean de buena calidad y que estén en buen estado de conservación.
3. Dar buen batido
4. Nunca exceder de 90 grados F para las coberturas negras y de 98 para las blancas.
5. El agua y el vapor estropean las coberturas.
6. Los moldes transparentes deben lavarse sólo con agua tibia.
7. Los colorantes y saborizantes deben ser al aceite.
8. Los conservadores son recomendados ya que no alteran el sabor.
9. Cuando se usan moldes se le debe dar golpes suaves, tanto para su llenado (a no ser que sean sólo capas delgadas) como para desmoldar.
10. Trabajar las coberturas en ambientes adecuados,ni muy calientes ni muy fríos.
TEMPLADO DEL CHOCOLATE
Llevar la cobertura de chocolate en baño María a 38 grados centígrados, enfriarla después sobre mesada de mármol con espátula hasta los 28 grados centígrados y después volverla a unos 36 grados centígrados para trabajarla.
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